Noviembre ya. ¡Que digo! Finales de Noviembre. Se aproxima mi cumpleaños (uno más aix) y me entra una especie de nostalgia por todo el cuerpo. Mi cumpleaños marca la entrada a las preparaciones de Navidad. A las compras, esas que tanto stress me generan, como ver las tiendas con luces histéricas parpadéando ya. Pero también a muchos recuerdos. Recuerdos de infancia. Nostalgia del frío. Cuando las castañas apetecían y hacíamos cola para comprarlas y en casa las acompañabamos con moscatel. Nostalgia de fiestas familiares. De emociones. De sueños. De ilusiones. Sí, claro, también del sorteo de Navidad. Siempre viví las Navidades con tanta intensidad. Echo de menos esa época y aquí mientras tecleo en el ordenador, la bata sin glamour colocada, mi cuerpo sí, siente nostalgia. De las castañas, del moscatel y el frío haciéndome sentir mis huesos debajo el abrigo. Presente. Real.
Sin embargo la crema de castañas no entró en mi vida ya hasta mucho más adelante. Con mi pareja. La crema de castañas, para mí, vino de Francia. Como las cigüenas pero en lata. No fue amor a primera vista. El foie confieso fue más pasional. Bastante más para ser justos, junto al Montbazillac. Pero poco a poco se hizo un hueco en mi vida. Siempre incorporada en platos, sin prisas. Debió ser la lata rollo vintage quién me acabó de convencer.
Algo así me pasó con los bundt cakes. Ha sido más una relación de buenos amigos. Esa que va alimentándose día a día de la compañía y que al final haces un hueco en tu foto de Navidad. Para mí los bundt cakes no eran más que un bizcocho con eso sí, una forma bonita. No acababa de entender la pasión que generaban. Pero claro, el rollo vintage otra vez caló en mí. Y aunque no hago muchos, sí reconozco que el día que los hago mi hija es un poco más feliz. Y eso ahí, con eso sí que me vence.
Mi hijo mayor siempre fue un gourmet y un gourmand. Mi pareja más bien gourmand. Adoro el glamour del francés para diferenciar entre siberita y glotón. El caso es que con ellos todo es una auténtica fiesta. Especialmente con mi hijo mayor que hasta cambia a su plato preferido para catar mis postres. Pero con la peque. Ay la peque. Ahí nos tomamos con el crítico de Ratatouille. Ni mousses, ni glaseados ni entremets. A ella lo que le gusta es un bizcocho de yogur. Sí, ese. El de toda la vida. Esa sí. La receta que todos hemos compartido y cruzado.
Como os imagináis una quiere mucho a sus hijos, pero todo tiene sus limites. Con el bundt cake mi hija y yo hemos llegado a un equilibrio. Un guiño. Porque además la podemos preparar juntas sin problema.
Imagino que el secreto como siempre es dar con la receta y esta lo es. Indudablemente. Senzillo, sin pretensiones, húmedo, delicioso. Merienda perfecta, desayuno que invita a la pausa. No os arrepentiréis. Lo confieso, caí también.
Tiempo de elaboración
10-15 minutos de amasado
50 minutos de horneado
10 minutos de reposo
Utensilios
Un molde de bundt cake (podéis utilizar otro si no tenéis)
Espátula
Boles para mezclar
Báscula
Amasadora con varillas
Bandeja de hornear
Rejilla para enfríar
Spray para desmoldar
Papel de hornear
Ingredientes
300g de crema de castañas
300g de azúcar moreno
4 huevos grandes
200 ml de aceite de girasol
300 g de harina (también con harina de castaña o dove farm si lo queréis sin gluten)
150g de leche
5g de bicarbonato
5g de levadura
Precalentamos el horno a 180º y pasamos bien el spray por todo el molde, asegurándonos que cubra todos los huecos para que no se enganche despues al desmoldarlo y para que se queden bien grabados los dibujos.
Podemos ayudarnos de un pincel de cocina. Si no tenemos spray podemos utilizar mantequilla pomada (no deshecha, sino blanda, que se pueda batir). Aunque el spray para este tipo de moldes es más aconsejable.
En la amasadora, con las varillas, batimos el azúcar con los huevos hasta blanquear. Incorporamos el aceite.
En un bol, aparte, mezclamos la crema de castañas con la mitad de la leche. Añadimos el resto de leche e incorporamos bien. Vertemos la masa en la amasadora junto a la mezcla de huevos.
En otro bol, mezclamos la harina, el bicarbonato y la levadura. Tamizamos sobre un papel de hornear y añadimos a la masa, sin dejar de mezclar, en tres veces.
Vertemos con cuidado en nuestro molde. Horneamos unos 50 minutos.
Dejamos enfriar dentro del molde unos 10 minutos. Es importante no saltarse este paso. Le damos la vuelta sobre una rejilla y desmoldamos con cuidado. Los bundt cakes son bizcochos muy tiernes que se rompen fácilmente si no lo hacemos con cuidado.
Dejamos enfriar del todo.
Para la ganache de chocolate (optativo)
100g de nata de cocina
100g de chocolate en trozos
En un bol ponemos el chocolate. Aparte en un cazo llevamos a hervor la nata. Vertemos en tres veces la nata sobre el chocolate. La primera vez, no mezclamos. Dejamos un rato y volcamos la nata una segunda vez. Mezclamos. Y añadimos el resto de nata. Acabamos de mezclar.
Decoramos nuestro bundt cake con el chocolate y ¡ya lo tenemos!
Como véis se trata de una receta muy fácil, super tierna, con ingredientes de temporada y que gustará a todo el mundo. ¡En casa vuela!
Si te gustó dejame un comentario abajo, que una se enternece. Y no dejes de pasarte por el blog porque se va a llenar de recetas para que estas fiestas llenen de ilusión y de recuerdos dulces tu mesa.
Hola Sonia, tiene un pinta buenisima, seguro que lo hago, además cuando tienes familiares celíacos se agradecen recetas aptas para ellos, sobretodo de postres pues me me encanta la reposteria vamos la cocina en general pero los dulces…. mi perdición
Muchas gracias Adela por tu comentario, me alegro mucho que te guste. Cada vez es más fácil hacer postres sin gluten por suerte! Sólo ten en cuenta que si en tu cocina utilizas también harina normal puede haber contaminación cruzada. Es mejor siempre que consultes con estas personas, ellos te dirán cómo hacer. También ten en cuenta que las harinas sin gluten suelen necesitar algo más de hidratación. Por ejemplo puedes añadir más crema de castaña, huevo o aceite. Hay una harina fantástica de la marca Dove farm con la que puedes hacer las mismas tartas que harías con gluten. Le tienes que añadir un 10% menos de la harina que marca la receta y un cucharada pequeña de goma xantana y ya está!
Hola Sonia,
He preparado el bundt cake de castañas con harina de castañas exclusivamente, el puré de castañas y huevos de gallinas felices. Ha resultado delicioso.Solo una pregunta, si lo cocino sin huevo, cómo puedo sustituirlo?Generalmente yo utilizo o plátano o semillas de lino. Pero no sé si resultaría la misma textura. Un abrazo y delicioso año 2020.