La casa se abría al mundo mientras ella bajaba la escalinata. Llevaba un vestido largo y blanco y el pelo recogido le otorgaba un aire de protagonista de novela victoriana. Adoraba el verano. La luz. El ritmo lento que el calor instauraba y ese olor y color que el sol impregnaba. El silencio hablaba. Y ella enfatizaba la lentitud de sus gestos sobre la tabla de cortar en una danza invisible que le pertenecía. Gin Tonic.
No recordaba cuando había iniciado ese ritual. El ritual de la soledad bienvenida. La que viene desde el sí. Seguramente fue con su segunda maternidad. Un sentimiento de segunda adolescencia se había apoderado de ella. ¿O era al contrario la madurez? No acababa de saber. Sólo sabía que allí de pie en la cocina disfrutaba de cada gesto. Del hielo entre sus manos y la acidez del limón en sus labios.
Se apretó el moño improvisado y se dirigió al patio. Gin Tonic en mano. Las piernas cruzadas en una actitud de antigua diva. Y el silencio. Pronto volverían. Leonor cerró los ojos y se dispuso a disfrutar. Leonor.
Verano. Sueños de lugares por descubrir o rencuentros con lo conocido. Playa, montaña, ciudad, naturaleza, frío, calor. Las vacaciones tienen tantas versiones como corazones. Pero tienen la virtud de hacernos soñar. De desconectar. De cerrar ciclos. Me atrevería a decir que es la época en que somos más auténticos. Más nosotros. En la que estamos más presentes. Y aunque las estadísticas se empeñen en mostrarnos cifras de separaciones y divorcios, yo aún me empeño en ver las vacaciones como un auténtica recarga de energía. Y de la positiva.
Por esto he querido abrir este paréntesis vacacional bloggero con una propuesta fresca y veraniega cien por cien: un calipo de Gin Tonic. Super fácil y con el que te quedarás con el personal. ¿Qué me dices?
Vas a necesitar moldes de silicona o de cartón tipo calipo (los tienen en muchos sitios como Maria Lunarillos, Megasilvita,etc). Sino siempre puedes improvisar con lo que tengas.
Ingredientes para unos 6 calipos:
620g de tónica
100g de glucosa atomizada (¿Y esto qué es? Es jarabe de glucosa deshidrato y también lo encontrarás en tiendas especializadas y en Amazon!)
100g de azúcar
80g de zumo de limón
La ralladura de una lima
60g de ginebra
Calentamos la tónica hasta que alcance los 40º, apartamos del fuego y le añadimos la glucosa y el azúcar. Dejamos enfriar en nevera hasta que alcance los 4º y le añadimos el zumo de limón, la ralladura de lima y la ginebra. Ya está, ya lo tenemos. Lo ponemos en nuestros moldes y al congelador. A calipear con clase se ha dicho.
Si te ha gustado esta receta, aparte de dejarme un comentario, te animo a mirar la receta del granizado de mojito. Estoy segura que te encantará.
¡Que disfrutes de unas felices y merecidas vacaciones! Nos vemos a la vuelta.