Cheesecake de coco o cómo morir de placer

Hoy no habrá relato. No, no lo hay. Bueno, a menos que consideres que mi vida y la tuya lo son. Y en cierta manera es así porque todos actuamos un poco marcados por las etiquetas que nos colgamos o nos cuelgan. Concretamente una mezcla de las dos cosas. Y salir de ahí y encaminarnos hacía la persona que realmente queremos ser, es como subir el Everest. Sí, lo adivinaste, hoy toca charla existencial. Pero tranquilos, lo haremos acompañados de este delicioso pie de cheesecake de coco y te aseguro que no te vas a arrepentir. Yo por un pedazo de este pie sería capaz de aguantar una charla hasta de Donald Trump. Llámame exagerada pero es que se te funde en la boca. Si lo prefieres imagíname con mi bata medio asiática, pies descalzos, sentada en la cocina a solas cuando la casa aún duerme disfrutando de este cake mientras reviso sin prisa mails y actualizo mi Instagram. ¿Me visualizas? Venga, ponte cómoda y a disfrutar.

Las personas que me conocen saben que hay algo que no cambia en mí y es mis ganas de continuar aprendiendo y mejorar. Tengo una inquietud innata y muchos intereses. Pero también me canso al cabo de un tiempo y necesito cambiar. Estas Navidades realmente acabé agotada, ya os lo comenté, y empecé a dudar de muchas cosas. Necesitaba que tenía que dar prioridad a recuperar mi identidad,liberarme, desbloquearme. Y es lo que hice. Me puse en manos de una mujer maravillosa. Irati Lekue the Make the way. La oí en el encuentro de The Craft Academy   y fue como si la virgen María pusiera su mano en mi hombro. Así que emprendí un trabajo de aprendizaje, o mejor dicho de desaprendizaje, que todavía está en proceso y que seguirá sin duda a lo largo de mi vida. Así he visto que la necesidad de tener una identidad es en parte la causante de mi bloqueo, que las emociones son buenas y que hay que abrazarlas y escucharlas, y que quiero seguir explorando hasta dónde me lleva este proyecto que es Entre Harinas. ¿Me acompañas en este camino? ¿Me ayudas a explorar qué otras puertas puedo abrir? Déjame un comentario  o contáctame y explícame que te gustaría que ofreciera más no sólo en el blog, sino como servicio. ¿Qué te ayudaría?

Mientras reflexionas en ello, en el sentido de la vida y la mano de la Virgen, te empiezo a explicar la receta de este cheesecake de coco del que ya no te podrás separar. La receta es de Espai Sucre.

Dificultad: media

Tiempo de elaboración: 

Para la masa sucrée: 15 minutos de amasado, 30 minutos de congelador, 20 minutos de horneado

Para el relleno: 15 minutos

Utensilios:

Molde o aro de 18/20 cm. Idealmente microperforado para que las paredes queden perfectas (sino tampoco pasa nada). Los de quiche van genial.

Bandejas de hornear

Amasadora (con pala y varillas)

Boles

Papel de hornear o silpad

Espátulas

Ingredientes para la masa sucrée:

La masa sucrée es una masa básica en la pastelería que os servirá en muchísima recetas. Podéis ver más tartas elaboradas con esta masa en el blog como las tartaletas de namelaka y per,   las tartaletas de limón y frambuesa   o las tartaletas de nueces con caramelo.

Si lo preferís también podéis comprar una base ya hecha de Graham-Craker con lo que sólo tendréis que preparar el relleno, sin horno!

250 g de harina floja

100 g de azúcar glas

1 huevo

150 de mantequilla pomada (reblandecida)

30 g de almendra en polvo

Elaboración de la base:

En la amasadora con la pala, mezclamos la mantequilla y el azúcar a velocidad baja ya que no queremos que coja aire. Cuando tengamos una textura cremosa, añadimos el huevo y la almendra. Y seguimos mezclando a velocidad baja. Finalmente añadimos la harina en tres veces. No queremos que se desarrolle mucho el gluten por lo que no la trabajaremos excesivamente. Dejamos la masa en la nevera al menos 3 horas, o mejor toda la noche. O si preferís haced como yo. Ponemos la masa entre dos hojas de guitarra (plástico) o de papel de hornear (vigilad que se arruga) y la extendemos con el rodillo. La dejamos en el congelador, asegurándonos que quede plana, y mientras precalentamos el horno a 170º. Una vez congelada cortamos el fondo de la tarta a la medida del aro y luego hacemos tiras para cubrir las paredes, que previamente habremos untado con mantequilla pomada.

Si utilizáis molde, podéis simplemente cubrir el molde y recortar el sobrante.

Horneamos unos 15/20 minutos o hasta que esté dorada. Dejamos enfriar sobre una rejilla.

Ingredientes para el relleno:

300g de leche condensada

70g de zumo de lima (o limón)

La piel de media lima

45g coco semi tostado

250g de queso crema a temperatura ambiente

Elaboración del relleno:

Mezclamos con las varillas el coco,  la leche condensada, el zumo de la lima y la piel rallada. Añadimos el queso y mezclamos. Si queda grumoso podemos utilizar un túrmix para alisar. No sobre batimos el queso o se agrieta al hornear.

Vertemos el relleno en el interior de la base y dejamos al menos 4 horas en la nevera.

Ingredientes para la cobertura:

250g de nata para montar fría

30g de azúcar glas

Coco semi tostado para decorar

Elaboración de la cobertura:

Montamos la nata con el azúcar,escudillamos con una manga sobre el pie y decoramos con el coco.

 

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pastelera y coach emocional.

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