Llega otoño con nueva receta. Una vez más un clásico de la pastelería francesa: un flan pâtissier o parisien.

Cuidado que el nombre no te engañe. En francés “flan” se utiliza de forma mucho más amplia y abarca varios tipos de elaboraciones saladas y dulces con una crema y cocido sobre una corteza. Vine de la palabra “flado” que significa pastel, galette or crepe.

El flan pâtissier es básicamente una tarta con masa quebrada rellena de crema. Es fácil de hacer y está riquísima. En esta ocasión hay dos cremas: de vainilla y de chocolate.

La receta la saqué de la cuenta de Instagram de @bricoleursdedouceurs. Una pastelería de Marsella recomendada por la revista Fou de Pâtisserie.

Los ingredientes pues son muy básicos:

Para la masa quebrada:

• 200g de harina
• 150g de mantequilla
• 4g de sal
• 20g de azúcar
• 40g de leche
• 10g de yemas

Mezclamos la harina con la mantequilla fría en trocitos, la sal y el azúcar. Incorporamos la leche y las yemas hasta conseguir una masa homogenea. Ahora podemos bien estirar la masa entre dos hojas de papel de hornear y ponerla en el congelador un rato. O hacer una bola y la dejamos en la nevera dos horas mínimo filmada y luego la extendemos al forrar el molde.

Forramos un molde de 18cm de diámetro por 6cm de alto previamente engrasado con mantequilla blanda (el mío es más bajo y no queda tan bien). Guardamos en la nevera 2 horas más.

Ingredientes para el relleno:

• 450g de leche entera
• 300g de nata líquida
• 150g de huevos enteros
• 112g de azúcar
• 45g de Maizena
• 2 vainas de vainilla
• 125 de chocolate negro al 62%

Calentamos la leche con la nata al fuego. Aparte, batimos en un bol los huevos con el azúcar y la Maizena.

Cuando la mezcla de leche hierva la vertimos a la mezcla de huevos sin dejar de batir y echamos de nuevo al fuego todo junto. Mezclamos con varillas en forma de ocho para que no se enganche en las paredes ni el fondo ni haga grumos. Hasta que espese. La tienes lista en un momento. No te pases.

Dividimos la crema caliente en dos boles, mitad y mitad, y en una rascamos las vainas de vainilla abiertas por la mitad a lo largo. En la otra añadimos el chocolate a trocitos y mezclamos bien para que la mezcla sea homogenea.

Precalentamos el horno a 210º. Colocamos las dos masas en dos mangas pasteleras y rellenamos nuestro molde, previamente forrado con la masa quebrada, alternado los dos tipos de masa. Despues con la ayuda de un tenedor, podemos remover para que haga un marmolado si lo preferimos.

Horneamos unos 35 minutos a 210º y luego bajamos el horno a 190º y dejamos hornear 20 minutos más.

¿Me cuentas qué te ha parecido? Puedes dejar un comentario o si lo prefieres escribirme.

Un abrazo!

Sònia