Castañas, boniatos al horno, una buena copa de moscatell, acompañada de unos panellets. Y como si la sobredosis de calorías no fuera suficiente cupcakes y galletas de chocolate. Es lo que tiene convivir con varias culturas. Enriquece el alma y el cuerpo. Sea lo que sea que celebréis.
Las galletas que hice son de chocolate. Los fantasmas son de fondant. Para los ojos y boca, utilicé un rotulador negro comestible. Las calabazas también son con fondant sólo que las acabé de decorar con glaseado real y una boquilla del número 2.
Aún no soy precisamente dotada para las galletas. Por lo que de momento intento no complicarme la existencia.
Ingredientes para las galletas de chocolate:
- 100 g de azúcar
- 200 g de mantequilla
- 1 huevo
- 310 g de harina
- 50 g de cacao (ojo con el cacao las galletas quedan un poco amargas. Si os gusta el chocolate negro como a mí quedan geniales, pero si preferís algo más suave sustituirlo por un chocolate más suave rallado).
- 1 cucharadita de postre de aroma de vainilla o vainilla en polvo
Elaboración:
- Batimos el azúcar con la mantequilla hasta conseguir una crema.
- Añadimos el huevo y seguimos batiendo.
- Perfumamos con el aroma de vainilla o la vainilla en polvo.
- A parte tamizamos la harina y el cacao para que no queden grumos.
- Añadimos en tres tiempos la harina a la preparación anterior sin dejar de mezclar hasta obtener una masa homogénea.
- Estiramos la masa entre dos papeles de hornear con la ayuda de un rodillo de cocina. Tiene que quedar más o menos de un centímetro de grosor. Si es inferior a 6mm se podría romper.
- Guardamos tal cual la masa en la nevera, estirada entre los dos papeles de hornear y la dejamos reposar uno dos horas.
- Pasadas las dos horas, sacamos la masa de la nevera.
- Precalentamos el horno a 180 grados.
- Con la ayuda de unos cortadores de galleta les daremos la forma que queramos. Si no tenéis cortador podéis utilizar un vaso o una taza de café. Incluso podéis recortar con papel un dibujo que os guste y recortar ponerlo encima de la masa y recortarla.
- Retiramos la masa sobrante y la volvemos a amasar para seguir utilizándola.
- Colocamos las galletas en una bandeja de hornear cubierta de papel de horno. Las disponemos en la bandeja de manera que no se toquen las unas con las otras.
- Horneamos unos 10 minutos si las galletas son pequeñas y entre 12 y 15 minutos si son más grandes. Id echadle un vistazo para que no se quemen ni queden crudas.
Y ya está, listas para comer. ¿Las queréis decorar con fondant? Simplemente teñidlo del color que queráis y cortarlo con el mismo cortador que hayáis utilizado para las galletas.
Para los detalles con glaseado preparé una glasa real con punto para escribir mezclando una clara de huevo y añadiendo progresivamente el 300 g de azúcar glas. Si lo queremos más líquido podemos añadirle un poco de agua y unas gotitas de limón. Si lo queremos más duro podemos añadir más azúcar glas.
¿Las probaréis?
Seguir leyendo
