Magdalenas de chocolate rellenas de chocolate y caramelo

1980. San Valentín. La niña que hay en mí, y que aún puedo sentir como si fuera entonces, observa la figura regordeta de un ángel. Es rubio. El pelo rizado. Lleva un arco con flechas y un corazón en la mano. Lo toca con la punta del dedo con cierta aprensión y se observa en el espejo. Su pelo rubio también acarona su cara. Sus ojos verdes observan sus hombros. Pero no hay traza de alas. Sus manos, vacías, se preguntan, se interrogan. El concepto de un ángel con flechas la acompañará a lo largo de su vida. Lo hará con cierta desconfianza. Y lo mantendrá a cierta distancia.

2018. San Valentín. La niña se observa en el espejo. Su pelo aún recuerda el rubio de antaño pero sus ojos ya no buscan alas. Sus manos siguen preguntando, interrogando. Con sus brazos dibuja un corazón que se entreve entre el vaho del espejo. Sus manos ya no están vacías. En el vacío creo su corazón. Ese que siempre estuvo allí y que vanamente busco en otros. Su corazón.

Lo sé. Es San Valentín y yo debería estar publicando recetas con corazones. Pero a mi me apetecía más unas magdalenas. Ya me conocéis. Y además estas contienen también un corazón. De chocolate.¿Se puede pedir más?

Siempre me ha dado mala espina un ángel armado. En cierta manera, creo que ha sido una forma de alertarnos sobre el amor que como las rosas lleva espinas. No deja de ser sorprendente que las cosas que nos hacen sentir bonitas, que nos hacen sentir bien, nos las pinten con espinas o flechas envenenadas. Imagino que es más fácil enseñarnos a evitar las emociones que a gestionarlas, pero esto nos hace crecer un poco cojos, resignados, cabeza bajos. Lo cual no deja de ser una lástima. Porque gestionar las emociones, es disfrutarlas, aceptarlas sin renunciar a nuestro yo. ¿Puede haber mejor amor que el que dedicas a otro ser amándote a ti? ¿Acaso las espinas de las rosas no las hacen más deseables?

 

No, no publico corazones. Me decanté por unas magdalenas de chocolate. Y no, no celebro San Valentín. Aunque con la edad, con los años, me he dado cuenta que no es más que una postura. Porque si realmente lo sintiera así, no estaría muriéndome por que me regalaran un ramo. No es más que una forma de poner distancia a una emoción, un sentimiento. Por esto hoy os digo, disfrutad de estas magdalenas, del amor y las rosas con espinas sin rencor, sin resignación. Porque cada día hay algo por lo que amarnos a nosotros mismos. A nuestro corazón.

La receta es del libro Chocolatede Christophe Felder.

Dificultad: fácil

Tiempo de elaboración: 20 minutos para la masa, 2 horas de reposo, 12 minutos para hornear. Para la ganache 15 minutos.

Material:

Boles

Amasadora

Bandeja de hornear

Molde de silicona para magdalenas tipo concha (si no tiene utiliza uno normal pero tendrás que adaptar la cocción y puede variar la cantidad)

Spray para el molde (o mantequilla pomada)

Espátulas

Cazos

Ingredientes para las magdalenas (unas 20):

140g de mantequilla

40g de chocolate negro al 60/70% de cacao

2 huevos

1/2 de vainilla líquida

90g de azúcar

40g de miel

140g de harina

6g de levadura

20g de cacao en polvo sin azúcar

Elaboración:

En un cazo cocemos la mantequilla a fuego suave hasta que se vuelva dorado. A esto le llamamos mantequilla avellanada. Colamos y dejamos enfríar. Troceamos el chocolate. En un bol, batimos a mano los huevos, la vainilla y el azúcar. Vertemos la miel sin dejar de remover. Aparte, tamizamos la harina, la levadura y el cacao. Los incorporamos a la mezcla de huevos. Mezclamos bien.

Vertemos la mantequilla tibia y las pepitas de chocolate. Mezclamos bien. Filmamos y dejamos reposar 2 horas a temperatura ambiente. Mientras prepararemos la ganache.

Precalentamos el horno a 210º. Untamos los moldes con spray o mantequilla pomada (que se pueda batir) y los rellenamos con la masa de chocolate. Lo podemos hacer con una manga pastelera o un cuchara. Horneamos unos 12 minutos y dejamos enfriar un poco sobre la rejilla. Rellenamos con la ganache cuando aún están un poco tibias.

Ingredientes para la ganache de chocolate y caramelo:

75g de azúcar

150g de nata líquida

1g de sal

75g de chocolate negro al 65% troceado

50g de mantequilla

Entibiamos la nata. Fundimos en un cazo el azúcar a fuego lento. Dejamos caramelizar sin despistarnos con la ayuda de una cuchara de palo. Al principio sin mezclar. Añadimos poco a poco la nata tibia y la sal. Mezclamos. Vertemos el chocolate y mezclamos bien. Finalmente, añadimos la mantequilla. Reservamos en un sitio fresco.

Para rellenar las magdalenas ponemos la ganache en un manga pastelera con una boquilla pequeña y agujereamos la base de la magdalena.

2 comentarios
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  • Qué ganas de hacerlas!! A ver si este finde me pongo a ello!! Besos y gracias por compartir 😉ResponderCancelar

    • SoniaLayola1

      Muchas gracias Rocío! Eres un amor! Ya me dirás si te gustaron. Un beso y feliz fin de semana!ResponderCancelar

¡Hola! Soy Sonia Layola,

pastelera y coach emocional.

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