Sé que ayer os prometí hablar de Figeac, pero no tengo perdón y me temo que mis retransmisiones no serán a tiempo real.
Es difícil describir la sensación de paz interior que uno siente al levantarse y pisar el antiguo suelo de madera y oír como cruje debajo tus pies. Abrir la ventana y que tus ojos solo se llenen del verde de los árboles. Y salir al exterior a desayunar, sin prisa.
Es una sensación de la que debo obligarme a no olvidar y a la que todos deberíamos tener derecho una vez en la vida.
Como es habitual, antes de irte de vacaciones te propones comprar lo mínimo y vaciar la nevera. Siempre, claro, que antes no hayas tenido un impulso compulsivo de comprar ciruelas ya qué hacer con ellas.
¿Mermelada?
Ingredientes:
- 1 kilo de ciruelas negras
- 600 g de azúcar
- El zumo de un limón
Qué rica!!!
Me encantan las mermeladas caseras, ya se me hace la boca agua pensando en un desayuno con tostaditas y mermelada mmm…
Pásalo muy bien en tus vacaciones!!!
Un besote guapa 🙂
Disfruta tu también de estas merecidas vacaciones Noemí! Menuda tarta tan bonita has hecho para echar el cierre vacacional. Un beso preciosa!