Estar como el pan, mojar pan, ser pan comido, contigo pan y cebolla, a falta de pan buenas son tortas.
El refranero español está lleno de panes. Somos panarras a pesar de que no disponemos de buen trigo por el clima.
En casa no nacimos con ningún pan bajo el brazo pero si andamos un poco empanados.
Yo soy panarra por naturaleza. De pequeña, y no tan pequeña, siempre me dejaba el pan para el principio y el final de la comida. Siempre lo comía solo, empezaba por la miga y acababa por la corteza.
Me crié prácticamente en una panadería, la de mi mejor amiga de infancia. El pastador, su padre haciendo croissants, eran gestos familiares para mí con los que crecí.
Cuando empecé a hacer pan hace años, la gente me miraba raro. Era una pura freaky. Ahora hay un boom de panarras, libros, talleres y panaderías. Por lo que consigo pasar desapercibida. Me uní al rebaño por una vez.
No me sorprendió pues ver en el último Home cooking festival que organizamos en el trabajo un par de panes.
Uno de ellos este magnífico pan irlandés receta de Allan. Con él abro oficialmente la temporada de pan.
La receta estaba en inglés pero os facilitaré la tarea.
Ingredientes:
250 g de harina integral
125 g de harina semifuerte
200 g de salvado de trigo
1 cucharadita de sal
1 cucharadita y media de bicarbonato
1 huevo batido
1 cucharada de aceite (mejor suave)
350 ml de leche (aproximadamente)
1 cucharada de zumo de limón
Ingredientes optativos:
100 g de salvado de avena (optativo)
50 g de germen de trigo (optativo)
1 cucharada de semillas de amapola
1 cucharada de linaza
Y cualquier cosa sana que os apetezca…
Primero preparamos un sustitutivo de suero de leche calentando a fuego lento la leche en un cazo con el limón.
Mientras, precalentamos el horno a 210 grados y ponemos todos los ingredientes secos en un bol bien grande. Mezclamos con una cuchara de palo.
Añadimos el huevo y el aceite y tres cuartos de la leche. Mezclamos y vamos añadiendo poco a poco el resto de leche, hasta que esté todo bien mezclado. Quizá necesitaremos un poco más de leche, esto lo iréis viendo. Si añadís tiene que ser templada, ya que la temperatura de la leche afecta la temperatura final de la masa y puede quedar más o menos flexible.
Vertemos la masa en una superficie con harina amasamos un poco. Apenas un poco. Podemos hacer un pan grande o dos de pequeños. Le damos forma redonda y hacemos una X encima. También se puede hornear dentro de un molde rectangular.
Horneamos sobre una bandeja engrasada con aceite durante unos 25 minutos y bajamos la temperatura del horno a 180º. Dejamos unos 10 minutos más (yo lo dejé más, ya sabéis que cada horno es un mundo)
Sacamos del horno, lo envolvemos en un paño y dejamos enfriar.
Por cierto que hoy mi compañera de curso “La cuinera” publica un post super útil con tablas de conversiones si no os queréis volver locos adivinando a qué corresponde un cup de harina.
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Quin pa Sònia! Jo n'he fet pocs, però va ser començar i tenir ganes de provar-ne de més i més classes! És addictiu això de fer pa! I és que som molt de menjar pa, què en seria dels àpats de cada dia sense un bon pa?
M'anoto la teva recepta i a veure si el dia que la faci em queda encara que sigui una mica semblant al teu!! 😛 I ara vaig a veure el post de l'Ester! hehehe
Una abraçada guapa!
Doncs aquest no és gens díficil! A veure si t'animes 🙂 Ens veiem dilluns, estic ansiosa per fer la pasta fullada