Hace ya un tiempo quise probar un taller de panecillos. Más que nada para aprender a bolear (me encanta esta palabra). A priori no esperaba gran cosa de este taller, sin embargo no sólo consiguió sorprenderme sino que sus recetas han pasado a ser un clásico en mi cocina. El porqué es simple: son fáciles, diferentes y te solucionan más de un momento. A ellas estoy recurriendo en estos momentos que tengo poco tiempo. Un precalentamiento para cuando ya pueda volver a hacer pan.
El taller lo impartió en Bonsfocs Richele de Wit, una holandesa con mucho salero y acento andaluz.
Empezaré con estos panecillos de yogur a los que mi hijo se empeña en llamar “galletas”.
Ingredientes para la masa:
- 280 g de harina de trigo
- 240 g de yogurt griego
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharadita de levadura
- 1 cucharada de bicarbonato
Ingredientes para sazonar:
Y aquí la gracia de estos panecillos, el sazonado. Podéis recurrir a añadir pepitas de chocolate o atreveros con estas combinaciones:
- Canela y azúcar
- 1 cuchadita de ralladura de naranja y arándanos o cerezas
- Queso rallado, cebollitas frescas y pimienta (mi preferida)
O simplemente dejar volar vuestra creatividad.
Para pintar:
- Un huevo batido con un chorrito de agua
- Para los de cereza y los de chocolate podeís poner azúcar encima
- Para los de queso podéis poner cajún
Elaboración:
- Mezclamos todos los ingredientes secos con los ingredientes para sazonar. Si escogemos hacer panecillos dulces añadimos 3 cucharadas de azúcar (con los de chocolate uso vainilla en azúcar).
- Añadimos el yogur y mezclamos con cariño. No hay que amasar, sólo mezclar hasta que toda la harina esté hidratada y se forme una bola pegajosa.
- Dejamos reposar la masa en la nevera al menos un par de horas.
- Sacamos la masa de la nevera y enharinamos la superfície de trabajo.
- Con la ayuda de un rodillo aplanamos la masa hasta que alcance un 1 cm de altura.
- Con un vaso pequeño o un cortador de galletas vamos recortando los panecillos.
- Colocamos los panecillos en una bandeja con papel de hornear.
- Pintamos con el huevo batido (o el azúcar o cajún) y los dejamos hornear unos 15-20 minutos a 200º.
Veréis que al no llevar mucha levadura, no suben mucho.
Están muy ricos.
Sonia, me ha encantado esta receta. Los voy a hacer¡¡¡ Un beso.