Ingredientes para la masa: 500 g de harina de media fuerza (200-220 W), 30 g de levadura fresca, 15 g de mantequilla, 15 g de sal, 65 g de aceite de oliva, 250 g de agua. Rellenos: tomate confitado (en remojo con agua caliente), sobrasada de calidad, aceitunas negras, nueces, rocafort, patatas, cebollín, queso cheddar y cualquier ingrediente que se os pase por la cabeza. Elaboración: Amasamos la harina con la sal, la levadura, la mantequilla, el aceite y el agua. Una vez tenemos la textura, dejamos reposar la masa 15 minutos y la formateamos. Precalentamos el horno a 220 º y cortamos las patatas a daditos muy pequeños, les damos un hervor y pasamos por agua fría para que no se sigan cociendo. Vamos a por los rellenos. De sobrasada: cogemos 150 g de masa y le damos forma de churro, doblándola varias veces a lo largo. Cortamos 10 porciones de 15 g. Ponemos un buen taco de sobrasada y los cerramos, les damos la vuelta y boleamos. No pasa nada si no son perfectos, hasta queda bonito que se vea el relleno. De cheddar, patata y cebollino: cogemos 250 g de masa, hacemos un churro, cortamos 10 porciones de 25 g y ponemos patata, cheddar en daditos y cebollino por encima, cerramos, giramos y boleamos. De rocafort con nueces: cortamos las nueces a trocitos pequeños, cogemos 250 g de masa y cortamos 10 porciones. Hacemos un churro y encima colocamos las nueces y el roquefort, sellamos, giramos y boleamos. De tomate y aceitunas: cogemos 100 g de masa, ponemos tomate y las olivas a trocitos encima y hacemos un churro. Cortamos 5 piezas y boleamos. Estos los hice en un molde de mini muffins. Dejamos levar los panecillos una hora y media y horneamos unos 12 minutos. ¿Qué más podemos hacer con esta masa? A parte de añadirle otros ingredientes y darles el tamaño y la forma que más os guste, podéis hacer unos riquísimos grissinis alargando mucho el churro, que quede finísimo y largo, rodando encima de la mesa y luego poniéndoles encima lo que más os guste, semillas, sal…
