De acuerdo, no lo escondo. No es el mejor intento de pastel que he hecho. Prueba de que si la mente no acompaña mejor dedícate a pasear, hablar con un buen amigo o tomarse una buena copa de vino. O mejor las tres cosas.
Hice un intento. Me fui con dos buenas amigas y los babies a un lugar genial, pero claro llega un momento en que entran en una dinámica de grupo de esa lloras tu pues yo más fuerte donde los intentos por desconectar se convierten en crisis de nervios.
La verdad es que me supo mal porque este pastel era para celebrar el cumple de mi hermana, Meritxell, y el de mi madre. Mi hermana es la mejor monitora de pilates que conozco en Barcelona y también es fisio y estudia osteopatía. Un día decidió enfrentarse a la incomprensión de mis padres cuando dejó biología para hacer de monitoria de fitness y ahora le apasiona su trabajo. Sus conversaciones sobre músculos y anatomía sólo pueden competir con el friquismo de mi hijo y mi pareja. Y mi madre, pues bueno, qué os voy a decir. Ha trabajado mucho en la vida y sufrido la postguerra en una familia numerosa que decidió volver de Francia a Barcelona por nostalgia pero en un muy mal momento para la historia de este país.
A pesar del resultado quería igualmente compartirlo con vosotros. Primero para enseñar que con unos pocos cambios obtienes resultados completamente distintos. Este pastel está inspirado en el que hice hace tan solo hace dos semanas para Sandra. Pero los tonos verdes y marrones le dan un look retro muy distinto. Segundo, quería compartirlo porque está de muerte.
La receta y la inspiración vienen una vez más de Sweet and Simple Party Cakes de May Clee-Cadman. May es de Londres y fundó Maisie Fantaisie. Los diseños del libro son sencillos y elegantes, tal como me gustan. Además confío mucho en los americanos y británicos para hacer recetas de pasteles super calóricas e inigualables.
- Un molde redondo de 20 cm por 10 de alto. En el libro recomienda utilizar dos lakers pero a mi me daba pereza y quedó bien.
- 440 g de harina
- 300 g de azúcar moreno refinado y 300 g sin refina (confieso: puse en total 600 g de azúcar moreno del Mercadona y quedó bien)
- 300 ml de aceite de girasol
- 100 ml de nata espesa
- 3 cucharitas de vainilla
- 130 g de coco rallado
- 1 1/2 cucharita de bicarbonato
- 3 cucharitas de canela
- 1/4 de cucharita de sal
- 525 g de zanahoria rallada
- 3 ralladuras de naranja
- 5 huevos a temperatura ambiente
- 200 g de pasas sultanas
- 55 ml de ron añejo o brandy
- Mantequilla para untar el molde
- Papel de horno
- 250 g de mascarpone
- 180 g de azúcar
- Precalentamos el horno a 160º
- Untamos el molde/moldes con mantequilla y cubrimos las papeles y el fondo con papel de hornear
- Mezclamos el aceite de girasol, la nata, la vainilla, los huevos y la ralladura de naranja todo junto
- Añadimos el azúcar
- Añadimos el brandy/ron
- En un bol a parte tamizamos la harina con la canela, el bicarbonato y la sal
- Añadimos la mezcla de harina con la mezcla de huevos y batimos bien
- Ponemos la zanahoria junto con el coco y las pasas. Y seguimos mezclando bien.
- Vertimos en el molde y horneamos unas dos horas
Pues a mi me parece que te ha quedado una tarta muy bonita y seguro que también muy rica.Bess
Muchas gracias! Estaba muy, muy rica 🙂 Venga, pruebala!