Reyes no sería reyes sin el roscón. Por mucho que las paredes del estomago se resistan a extenderse más, el roscón acaba cayendo.
Este año me superé. Y la verdad es que no sé porqué, ya que la receta es la de siempre. Pero estaba rico, rico. Ya lo noté por la masa. Y el olor…ese olor a azahar que aún resiste en la casa. Eso sí, había para un regimiento entero.
A la peque de la casa no pareció importarle.
¿Y vosotros habéis hecho el roscón? En todo caso espero que los reyes hayan sido generosos y hayáis tenido un día mágico.
No cal dir-ho! T'ha sortit genial! i la nena, una preciositat! Jo aquest any no l'he fet aviam si m'anime l'any que ve! Marta
Val la pena! El que passa és que no sempre arribem a tot. Jo l'any que ve m'he d'atrevir amb el panettone. Una abraçada i bon any Marta!