Me levanté hacía la máquina de agua. Y allí de pie, desde la ventana, observé como un padre hacía girar a su pequeño en el centro del parque. Los brazos extendidos, como las élices de un helicóptero. Desde la altura de la séptima blanca parecían muñecos en un círculo perfecto que giraban y giraban. El sonido no llegaba y sin embargo oía claramente en mi cabeza las risas, el movimiento de los pies, y hasta la respiración de esos pequeños, minúsculos personajes, que consiguieron por unos segundos abstraerme y hacerme sonreír. Cogí el vaso de agua y una galleta y me volví a sentar.
Vuelta a la rutina para la mayoría de nosotros. Trabajo, actividades, las nuestras y la de nuestros pequeños, planes y muchas esperanzas puestas en los próximos festivos. También cabezas limpias, con bonitos recuerdos que nos ayudan a superar esta vuelta y a darnos energía para lo que viene.
Este verano he compartido mi viaje a Escocia con vosotros a través de Instagram. He ignorado los algoritmos, fotos de pasteles y las estrategías de publicación, que en mi caso son pocas, y me he dedicado simplemente a mostraros una parte más personal de mí que al final forma parte de Entre Harinas. He disfrutado con la cámara, cerrando los ojos para volver a abrirlos y centrarme en horizontes infinitos, montañas y arenas blancos. Espero que lo hayáis disfrutado tanto como yo.
Ahora toca volver. Pensar en nuevos proyectos. Pequeños pasos que poco a poco van dándo forma a Entre Harinas y a mí, como ser humano. Porque mi marca no deja de ser yo, y yo mi marca, y así vamos creciendo juntas de forma orgánica, con nuestros miedos, dudas, bloqueos pero también con ganas, ilusiones y mucho amor.
Empezamos pues con pasos pequeños: nueva receta en el blog y próxima Newsletter en el horno para salir este mes y llegar a vuestros buzones. Si no estás aún suscrito, te invito a hacerlo. No soy invasiva, lo prometo, y recibirás un pequeño recopilatorio de recetas gratis para darte las gracias. Cada mes y sólo una vez al mes, recibirás mis noticias y contenido exclusivo para tí. ¿Te animas? Hazlo a través de este link. Me encantaría verte por ahí.
Y, ahora, ¿pasamos a la receta de hoy? Galletas de chocolate sin gluten. Deliciosas, únicas. Con ellas vas a elevar el concepto sin gluten a otro nivel. Y no lo digo yo, lo dicen quiénes las han probado. No podía ser de otra manera porque la receta es del gran Jordi Bordas y del taller al que asistí. No hay mucho secreto, si quieres un buen resultado, aprende de los que saben. ¿No? Os animo a participar en su taller si ya sea por salud o decisión personal no tomáis gluten.
Ingredientes para 20 galletas:
97g de cobertura de chocolate negro al 60-70% de cacao en trocito de unos 5mm
97g de mantequilla
110g de azúcar glas
45g de harina de arroz integral
13g de cacao en polvo (sin azúcar)
65g de harina de avellana (puedes hacerlas triturando las avellanas también, la textura es diferente, pero incluso tiene más sabor)
2,5g de bicarbonato sódico
1,5g de flor de sal
Elaboración:
Precalentamos el horno a 160º. Pomamos la mantequilla en el microondas (no deshecha, sino que se pueda batir) y mezclamos en el azúcar en la batidor con la pala hasta que obtenemos una textura homogénea.
Tamizamos la harina de arroz y el cacao y lo mezclamos con la harina de avellanas, el bicarbonato, la sal y a cobertura de chocolate. Añadimos a la mezcla de azúcar, en la batidora, y trabajamos hasta que se incorpore bien. No trabajamos en exceso.
Dosificamos en porciones de unos 20 g sobre una bandeja y papel de hornear. Boleamos y damos forma o utilizamos aros de unos 6 cm para darles forma (depende si las queréis con un aspecto más rústico o más pulidas). Horneamos unos 10 minutos en el horno y ya está!
¿No son complicadas verdad? Ahora a disfrutar ya sea desde la ventana o desde tu lugar favorito para desconectar. Aviso, ¡son adictivas!
[…] Harina de avellanas: por su sabor al fruto seco, yo la utilizo para hacer galletas con chocolate. Te dejo la receta aquí. […]