Para el coulis de fresas: 200 g de fresas, 2 cucharadas de agua fría, 1 cucharada de azúcar glas y el zumo de medio limón. Cortamos las fresas por la mitad y las ponemos en la batidora junto al agua, el azúcar y el jugo de limón. Batimos y colamos con un colador chino. Ponemos el coulis en una bandeja no muy grande y un poco honda y dejamos enfriar en la nevera. Para la crema de mascarpone: 3 huevos, 100 g de azúcar blanco, 375 de mascarpone. Separamos las yemas de las claras. Batimos en un bol con el batidor de mano las yemas junto a la mitad del azúcar hasta que obtenemos una mousse blanquinosa. Incorporamos el mascarpone y mezclamos. A parte en otro bol, montamos las claras con el resto del azúcar que incorporemos en tres veces: cuando empiece a espumar, a mitad del batido y cuando ya esté consistente. Lo de poner el azúcar en tres veces es debido a que el peso puede bajar las claras. Tienen que quedar bien montadas, densas, que al levantar el batidor de mano no caigan. Incorporamos las claras a la crema de mascarpone en varias veces mezclando con una espátula de forma suave pero enérgica y envolvente para mantener la ligerez de las claras. Para el montaje: necesitaremos diez bizcochos de soletilla. Los cortaremos por la mitad a lo ancho. No a la largo ni por en medio. De manera que queden como dos dedos. Cada uno con una punto del bizcocho. Los dejamos empapar en la bandeja de coulis. A parte cortamos más fresas, por la mitad, y las disponemos en los vasos de pie, con la punta hacia arriba, tocando las paredes de los vasos, como si hiciéramos una corona o un muro. Ponemos en el fondo un poco de la crema de mascarpone con la ayuda de una cuchara o con la manga pastelera. Añadimos medio bizcocho y lo rodeamos con más crema de mascarpone. Añadimos un segundo bizcocho y lo cubrimos con un poco de coulis de fresa. Acabamos de cubrir el vaso con la crema de mascarpone alisando con la ayuda de una espátula. Para la decoración (optativo): necesitaremos 100 g de azúcar blanco y un poco de colorante en gel rojo. Los mezclaremos con la ayuda de un batidor de mano hasta conseguir que el azúcar se vuelva rojo. Ponemos por encima de los vasos.
Tiramisú de fresas
Para el coulis de fresas: 200 g de fresas, 2 cucharadas de agua fría, 1 cucharada de azúcar glas y el zumo de medio limón. Cortamos las fresas por la mitad y las ponemos en la batidora junto al agua, el azúcar y el jugo de limón. Batimos y colamos con un colador chino. Ponemos el coulis en una bandeja no muy grande y un poco honda y dejamos enfriar en la nevera. Para la crema de mascarpone: 3 huevos, 100 g de azúcar blanco, 375 de mascarpone. Separamos las yemas de las claras. Batimos en un bol con el batidor de mano las yemas junto a la mitad del azúcar hasta que obtenemos una mousse blanquinosa. Incorporamos el mascarpone y mezclamos. A parte en otro bol, montamos las claras con el resto del azúcar que incorporemos en tres veces: cuando empiece a espumar, a mitad del batido y cuando ya esté consistente. Lo de poner el azúcar en tres veces es debido a que el peso puede bajar las claras. Tienen que quedar bien montadas, densas, que al levantar el batidor de mano no caigan. Incorporamos las claras a la crema de mascarpone en varias veces mezclando con una espátula de forma suave pero enérgica y envolvente para mantener la ligerez de las claras. Para el montaje: necesitaremos diez bizcochos de soletilla. Los cortaremos por la mitad a lo ancho. No a la largo ni por en medio. De manera que queden como dos dedos. Cada uno con una punto del bizcocho. Los dejamos empapar en la bandeja de coulis. A parte cortamos más fresas, por la mitad, y las disponemos en los vasos de pie, con la punta hacia arriba, tocando las paredes de los vasos, como si hiciéramos una corona o un muro. Ponemos en el fondo un poco de la crema de mascarpone con la ayuda de una cuchara o con la manga pastelera. Añadimos medio bizcocho y lo rodeamos con más crema de mascarpone. Añadimos un segundo bizcocho y lo cubrimos con un poco de coulis de fresa. Acabamos de cubrir el vaso con la crema de mascarpone alisando con la ayuda de una espátula. Para la decoración (optativo): necesitaremos 100 g de azúcar blanco y un poco de colorante en gel rojo. Los mezclaremos con la ayuda de un batidor de mano hasta conseguir que el azúcar se vuelva rojo. Ponemos por encima de los vasos.